VALENCIA. Día 1. El centro de Valencia.

25 de marzo de 2013

Hacia las 7:15 h nos encontramos en la Estación de Sants de Barcelona. Aunque nuestro tren salía a las 8:00 h, hubo un retraso de media hora (ya se sabe que Renfe...), pero nosotros seguíamos emocionadísimos por el que sería nuestro primer viaje juntos.

Tras tres horas en las que nos entretuvimos como pudimos jugando a las cartas, viendo una peli y/o durmiendo (esto último yo, como siempre...), finalmente llegamos a la estación Joaquín Sorolla de Valencia. Tras aclarar un par de dudas y de hacernos con un par de mapas en el punto de información, ya estábamos listos para coger el metro e ir al hotel a dejar nuestro equipaje. Decidimos tomárnoslo con calma, hasta que se hizo la hora de comer y salimos a buscar algún bar que estuviera bien.

Al estar en las afueras era necesario coger el metro para desplazarse sí o sí. Fuimos hasta Àngel Guimerà y no tuvimos que caminar mucho hasta que encontramos un bar en el que comimos estupendamente. La verdad es que comer en España es una gozada, encuentras fácilmente menús del día a muy buen precio, muy completos y deliciosos.

Al fin, tras los cafés, pudimos ponernos en marcha y comenzar a explorar la ciudad :) Enfilamos por la calle Hospital y enseguida nos encontramos con la entrada a los jardines del Antiguo Hospital, un lugar que nos llamó especialmente la atención y que se encuentra junto al MuVIM (Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat).

Tras dar un paseo por los jardines, nos dirigimos hacia la Estación del Norte, un edificio de estilo modernista en el que se encuentra representada la ciudad de Valencia a través de determinados elementos, como por ejemplo las naranjas y las flores de azahar. Siendo una gran amante del modernismo, no pude evitar entrar para admirar la arquitectura.

Justo al lado de la estación se encontraba la Plaza de Toros, una de las más grandes de España. Se construyó en el siglo XIX y a unos y a otros les recuerda al Coliseo romano o al anfiteatro de Nîmes. A unos pasos, la Plaza del Ayuntamiento, la más grande de la ciudad. En dicha plaza se encuentran (además del Ayuntamiento, claro está) el Ateneo Mercantil, la sede de Correos y Telégrafos y el edificio Rialto.

Y entonces... ¡SORPRESA! Javi me llevó hasta el Teatro Principal, donde recogió las entradas que había reservado para ver dos días después el musical de La Bella y la Bestia, mi película favorita de Disney. ¡Menudo regalazo! =D

Una vez recuperada tras tanta emoción, nos dirigimos a la Plaza de la Reina, donde se hallan la Catedral y el Micalet. A pesar de que en la Plaza de la Virgen y en la Plaza de la Almoina podemos ver dos de sus puertas, es en esta plaza donde se encuentra la entrada principal: la puerta de los Hierros, de estilo barroco. Cuando entramos nos quedamos con la boca abierta, y es que la Catedral por dentro es preciosa. Su acceso es gratuito, así que no tenéis excusa: os recomiendo encarecidamente que la visitéis.

A su izquierda se encuentra el Micalet (o Miguelete), el campanario gótico de la Catedral. Es posible subir para ver la panorámica que ofrece de Valencia a 51 metros de altura, y la entrada cuesta muy poquito (cuando fuimos nosotros tenía un precio de 2 €).

A continuación proseguimos nuestra ruta por la Plaza de Santa Catalina, donde se alza majestuosa la torre campanario de la Iglesia de Santa Catalina, una de las torres barrocas más originales de la arquitectura española que data del siglo XVII. Desde allí avanzamos hasta llegar a la Plaza Redonda, donde encontramos un mercado tradicional con puestos muy antiguos en los que, además de souvenirs, se venden hilaturas, bordados y encajes.

Cerca de allí se encontraba la Lonja de Mercaderes o Lonja de la Seda, conocida con este último nombre por ser la seda el producto estrella con el que allí se realizaban transacciones. Fue construida en el siglo XV y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Sinceramente, no sé por qué no entramos. Supongo que ya sería bastante tarde y queríamos seguir viendo todo lo posible antes de dar por concluido el día, pero si os lo planteáis no resulta nada caro, pues la entrada general —al menos en aquel entonces— tenía un coste de solamente 2 €.

Junto a la Lonja de la Seda se encuentra la Iglesia de los Santos Juanes, construida sobre los restos de una mezquita a mediados del siglo XIII. En 1552 se incendió y tuvo que ser reconstruida, momento en el que aprovecharon para incorporar los detalles barrocos a la fachada, la cual consiguió que el edificio nos llamara la atención y nos cautivara.

Justo entonces empezó a anochecer, así que nos apresuramos para llegar a la Plaza de la Virgen, la plaza más concurrida de la ciudad y en la que se celebran cantidad de actos. En la plaza podemos encontrar la fuente del Turia, una gran fuente homenaje de Valencia al río y sus acequias, y la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, uno de los principales lugares de culto de la ciudad. Fue construida en el siglo XVII y aquí dentro podemos encontrar la imagen de la Virgen (conocida como «la cheposilla») a la que se le realiza la ofrenda floral en Fallas.

En ese momento decidimos que el día ya no daba más de sí, y aunque habíamos empezado la visita después de comer y habíamos conseguido ver una parte considerable de todo lo que teníamos pensado, mejor sería que continuáramos al día siguiente ;)

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Día 2. De museos y jardines